Robocop me recuerda que somos esclavos de los medios





El otra vez estaba viendo con mi hijo la serie Hellfjord que pasa en Crackle, que la verdad está cagadísima, la recomiendo, bueno, eso nos estaba haciendo un agradable sábado padre-hijo, cotorreando chido, y ya después que terminó, cuando iba a cerrar la aplicación veo que estaba la película de Robocop, la uno, la primera, la de los 80’s. Yo sólo la había visto una vez cuando niño de 7 u 8 años y recuerdo que me encantó, me gustó como salía el androide antagónico equipado con 2 super metralletas de alto poder que poseía como manos, y recuerdo una extraña cadencia de dinosaurio al andar, me sorprendía sus sonidos “robóticos de última generación”  bueno, al menos así dicen que se debe escuchar un sonido de máquina super avanzada, como cuando subes el vidrio eléctrico de un carro; un bello brzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. Recuerdo una escena donde el pinche robosáurio es destruido por el culero de Robocop en la esquina de una escalera, el puto robosáurio se retorcía y pataleaba como un insecto moribundo, ja, ja, ja. Pero lo más cagado era el sonido que emitía, un chirrido como el que se supone deben lanzar los bichos raros en las películas, un chillido como de alien muriendo despedazado. ¡¡¡Mierda!!! Cómo un ente no orgánico puede proferir gritos de dolor y mostrarse adolorido antes de  ¿morir?  ja, ja. Pero bueno.

Le dije a mi hijo  —vamos a ver esta película de ciencia ficción que es de cajón para los amantes del género, ¿cámara? —¡¡¡pápas, me contesta!!! Y… todo muy bien ¿no?, una película palomera, para pasar el rato y todo eso, hasta que me di cuenta de varios detalles que se escaparon hace tiempo a mi trivial mirada de niño; pues que viéndolo bien, y como dicen los entendidos, ya no hay nada nuevo bajo el sol, porque la verdad el argumento es muy parecido a la historia del moustruo de "Frankenstein” , la premisa es la misma, un pinche científico que logra crear vida, animar un cuerpo ya muerto  -¡ah! la razón, ¡ah! la ciencia que todo lo puede - ¡¡sopas!! Pero se enfrenta al dilema, a la disyuntiva y la inconveniencia de jugar con lo divino, con la moral…  la que profesaba la sociedad burguesa del siglo XIX en que la Mary Shelley, la escritora de Frankenstein, vivía. La moral de un racionalismo exacerbado que venía a acabar los problemas del mundo y que la burguesía acogía con frenesí. Pero eso es “otra historia”.

La historia de Shelley explora los enredos de lo humano y con lo eterno que supone es el alma humana, de ese modo se plantea también Robocop. ¡¡¡cháles!!!  La novela de Mary Shelley, hija de uno de los primeros filósofos del anarquismo, William Godwin, tiene como segundo título “…o el moderno Prometeo” Y en Robocop, pues ponle, no se… mmmm…: Robocop o los prometeos posmodernos, o un simple Robocop A.C.A.B. ¡Yeahhh!


No se ustedes, pero el androide calvo mitad máquina mitad humano es impactante


Otros detalles: si buscas el tema en la Wikipedia, es que ésta pinche película toca temas que, como extraña premonición, nos estamos debatiendo hoy por hoy en el puto siglo XXI, tales como; la gentrificación, el capitalismo atroz y la manipulación mediática tan característica, tan aumentada, y tan omnipresente en esta sociedad del espectáculo y de la imagen de hoy en día.

El capitalismo atroz. Éste se observa en la película muy bien, porque  a los directivos de una gran corporación en una Detroit situada en no sé qué puto año del futuro, les vale 5 mil kilómetros de verga la gente, y sólo la ven, como hoy en día, como unidades de deuda a los que es necesario o eliminar o controlar como meros peones de su romance con el dinero y el éxito. También en la película se observa que los gobiernos de plano están rebasados por la realidad y sus funciones sólo son de administración… de la miseria. Pues como sucederá, y está sucediendo hoy en día, pues le delegan tareas neurálgicas para una sociedad como es la "seguridad" de “los ciudadanos”, a esta gran corporación de capital privado y éste, ni tardo ni perezoso se dispone a barrer la delincuencia, como evocando pretéritas políticas de cero tolerancia ajustadas por un tal Rudolph Guliani (ojete).         

Nos presentan su pensamiento, un programa de policías robotizados con sus armas de fuego que harán la magia, como si la delincuencia y los rateros se generaran como si de maleza se tratara; basta un poco de lluvia, un terreno descuidado y ¡zaz! Ahí tienes unos maleantes. Y como siempre, los maleantes son, en efecto unas ratas asquerosas envilecidas y despojadas de toda condición moral, se ve en la película que los malos, son muy malos y hunden a la ciudad de Detroit en la “anarquía total” muaaaaaajaaaajaaaajaaaajaaaaaaa. ¿Cómo se extermina la corrupción y la delincuencia en una gran ciudad? Pues nada de educación, trabajo, cárcel (como se supone que se arrasa a la delincuencia racionalmente), reinserción. Nel la puta corporación crea un cyborg, un pinche Gólem al que le inscriben los rabinos locos en la frente su palabra favorita:

Matar

Resulta que cuando va tras un delincuente, el pedazo de chatarra biónico solo atina decir cosas como: “tienes tanto tiempo para entregarte, si no dispararé”    No mamen, ptrrrrrr. O en vez de perseguir a violadores, corruptores de menores, nel, se van tras lo importante, unos atracadores de bancos.






Gentrificación. Porque la sucia Detroit, llena de delincuencia, violencia, drogas, y pobreza, pues no es cool para los megaproyectos: La gran ciudad Delta. Y tu puedes agregar los megaproyectos de hoy en México y en el mundo, basta voltear a Texcoco, el barrio de la merced, la calle de Regina en el centro histórico y un larguísimo etcétera (la Roma y la Condesa no tanto, porque esas eran de ricos, después degeneraron, y ahora pues resurge de sus cenizas, más bien le pasó al revés reversa; ya se estaba llenando de gente fea, ja, ja). Y en la película la intención de la corporación y el gobierno es quitar la delincuencia, porque si no, no se puede construir la obra dichosa. La gente no vale. ¡¡Nadie nos detendrá!! ¡¡la obra!! ¡¡el proyecto es lo primero!! Al menos para tranquilidad de los espectadores de los 80’s, la cinta todavía no preveé que los proyectos esos se financiarán con erario público, con el dinero de la gente, para favorecer al señor del dinero, para que cobre el rico. Como que hubiera sido muy fuerte para la época, ¿no?, como que no se creería ¿no?, como que podría haberse  percibido muy conspiranoico, muy cortina de humo y p’us la neta, la película no tenía grandes pretensiones como para hacer filosofía económica, o filosofía social, más bien era para la audiencia familiar ¿no? Y si se puede hablar de filosofía a partir de la película, pues la neta no fue intencional del director y los productores mas bien resultó una divertida coincidencia, jau, jau.



¿El futuro?


Poder mediático. Pues sí, la cinta trata el tema del poder mediático y su omnipresencia en el mundo, en la moderna sociedad. Lo hace como si fuera una distopía, pero a la vez —por razones expuestas en renglones anteriores— es una película que forma parte del poder comunicacional del imperio (si, aunque se escuche chairo). La visión de Hollywood de la realidad. Creando sentido común. Ese sentido común que conocemos como cultura Pop. Donde aparentemente hay diversidad de pensamiento, libertad de pensamiento, pero que como las raíces de un árbol al final solo forman un tronco común, un tronco común de pensamiento: la opinión pública. ¿Cuántas veces no hemos escuchado esa frase?

Ahora las redes sociales, la televisión, la prensa, los libros, el arte, la música, la moda, como medios de comunicación se empeñan en generar ese sentido común, esa opinión pública. El latinajo de “vox populi vox deus” nos enseña que desde siempre ha existido eso, no hay nada nuevo bajo el sol, la diferencia es que la intrusión, la inoculación de la visión de la realidad de un ente (el poder, la corporación, el partido político, el gobierno, la tienda de supermercados, la iglesia, etcétera) en otro sujeto es apabullante hoy en día. No mames, éstos cabrones ya no tienen que anunciarte algo por televisión o radio, con la condicionante de que tú elijas ver o no el aparatejo y tal vez si piensas, eventualmente escapar de su anuncio, ahora tú te involucras en #hashtags, likes, post y un sinfín de imaginaciones que ningún imperio atrás se imaginó, no se imaginaron  el grado de manipulación a la que hemos llegado, estamos sujetados, subyugados hasta en nuestros más profundos sentimientos. Pinches mamadas.



Opinión pública


Robo gana a los malos y el presidente de la corporación le felicita por su buen trabajo.

Esta película la produjo una filial de la Metro-Goldwyin-Mayer y que hoy en día está involucrada en quiebras, compras, recompras y están involucrados Sony Pictures, Universal y hasta los putos de JP Morgan. Obvio van a reproducir su interpretación de la realidad a pesar de que, irónicamente muchas veces producen excelentes películas.
       
En Robo, al igual que la realidad, hay un conflicto de intereses respecto al emisor y el receptor del mensaje. La delincuencia y las miles de interrelaciones que pueda tener con el individuo, la educación, el sujeto antropológico, las relaciones sociales, no valen aquí, los receptores tenemos que tragarnos todas sus emisiones. Los que mueven los hilos son las corporaciones que, en el caso de la cinta, producen cyborgs salvadores y comerciales donde le dicen a la gente por las noticias: ¡¡¡¡La ciudad de Detroit es un desastre, ya no se puede salir por las noches, la delincuencia nos ha robado la tranquilidad!!! Cuando en realidad, los pendejos quieren que avance su proyecto. Manejan la realidad de facto, no necesitan gobiernos, ni leyes, nel, no las necesitan, no necesitan al Estado, lo hacen por sus putos huevotes. Por eso es que a Televisa, Slim, Vázquez Raña, y un hediondo, nebuloso y asqueroso etcétera de emporios comunicacionales se les conoce como “poderes fácticos” porque detenta un poder supraestatal, más allá de cualquier Estado, aquí en México, incluso ponen presidentes y tienen representantes en las cámaras de diputados y senadores. Los medios de comunicación son el cuarto poder y son más poderosos que los gobiernos nacionales.




Luego estos medios nos dicen de mil sugerentes maneras que tenemos que:

Aguantar salarios de hambre, ya que hay crisis y tenemos que ser "competitivos" para salir del hoyo.

Aceptar leyes culeras como la "ley bala", recuerden que la policía lucha contra los malos, ni modo que Robo no le pueda disparar al ejecutivo corrupto, sin previo juicio, ni acusación ni nada, dejando la suerte solo a la ironía de su puto gatillo. (Nosotros los anarquistas no aceptamos ni leyes culeras ni leyes "chidas". No queremos que nadie nos diga cómo vivir).

Proyectos de muerte, carreteros, presas, fracking, aeropuertos en Texcoco       (que porque dizque no hacer estas obras nos convierte en cero proactivos, en una nación atrasada)

Dejar policía, cárceles, salud pública, vías de comunicación, transporte, educación en manos de particulares… cualquiera (hay de particulares a particulares, no vayan a pensar que se los dejarán a las policías de barrio o autodefensas, doctor de la farmacia o a curanderas, a taxistas y a maestros. No, esos no son profesionales, mejor a corporaciones)

Que los punks no deben llevar una vida “licenciosa y disoluta” (es que son jóvenes, se les pasa. Además ni se la saben. Deben de demostrar que sí valen. ¿A quien se lo tienen que demostrar? Pues a los medios para que éstos a su vez lo interpreten en la opinión pública o a la sociedad)

Que la gente que protesta, a veces violentamente, no valen en una democracia, porque son un montón de frustrados, resentidos sociales, chairos y que mejor que se pongan a trabajar o les construimos un marchódromo para que no afecten a terceros. Pttrtrrrtrrrtrrtrrrrrrrrrr.

Pero los medios de comunicación no es un medio absoluto, no es bueno ni malo. Como todas las cosas y especialmente cuando te asumes como libre, depende qué uso le des, con qué grado de responsabilidad te manejes, esa es la libertad. Y como buscamos libertad, pues es de imaginarse que por eso están los medios libres, donde no nos interpreten, no se queden con nuestra subjetividad, no se oculte la fuerza creadora de la humanidad, de las individualidades.
    
Y como hay poder comunicacional, p’us también hay revuelta comunicacional, cómo chingados no. Ya que:  “Donde hay esclavos, hay revueltas. Donde hay esclavos, hay resistencia”.

Y pues hay miles de formas que salen, en la clandestinidad, en la semiclandestinidad, también las hay francamente abiertas.




Y como lo que nosotros buscamos es difundir éstas formas de comunicación desde abajo y no queremos Robocops en las calles, pues les recomendemos los siguientes eventos que se vienen. 

El 23 de junio La gente de La furia de las calles, Diy or die, entre otros, presentarán el libro "CRASS Nos deben una vida" en la Ciudad de México. Habrá charlas, comida vegana y convivencia punk.




Dos días después, el 25 de Junio en Naucalpan, Estado de México otro evento rejuvenecedor y de intercambio de ideas. El Punkzilandia organizado por los compas de Malestar Libertario. Presentando chingo de fanzines, y cosas varias; la realización de charlas y una tocada con varias bandas. Allí estaremos nosotros dándole duro a los tambores y las cuerdas y charlando con nuestros iguales.



El 9 de Julio en Tehuacan Puebla, se hace otro esfuerzo por proyectar las ideas y la actitud. La 1er Jornada Autónoma Hazlo tu mismo. Con talleres diversos, presentación de un buen manojo de fanzines de varios lados del país y una tocada. Organizan los colectivos Bulla y Ruido y los Tupa Tupa T-Shirts.




Los medios del poder decretan que no existe si no sale en sus canales, páginas, periódicos, conciertos, vive latinos, aperturas de espacios en museos del Estado o privados, etc. Hagamos que se escuche fuera de estos canales podridos, sin patrocinios y con la ética DIY. Ya saben que no solo en el ámbito punk contracultural.

Si no me creen eso de que no existe lo que no sale en la tele, sólo baste ver lo sucedido recientemente en Oaxaca, donde en los medios se mostró un partido de fútbol, mientras sus putos Robocops hacían de las suyas con la gente (Ya tocaremos el tema en el podcast). Robocops por que al igual que la película, apenas tienen alma. Pero éstos de México si que están bien pendejos.

Si conoces uno, haz los deberes y quémalos.






Búho.

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